miércoles, 26 de agosto de 2009

Al Espíritu Santo

Ven , Espíritu divino,
envía tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus donde espléndidos;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huesped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado
cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía,
sana al corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma al espírtu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones
según la fe de tu siervos.
Por tu bondad y tu gracia
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.

Amén

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio